Ortodoncia
La Ortodoncia es la especialidad odontológica encargada de corregir la posición tanto de los dientes como de los huesos, cuando estos se encuentran en una posición incorrecta.
Las visitas frecuentes permiten detectar a tiempo cualquier problema que pueda afectar a los dientes o al los maxilares y así poder corregirlo.
En la mayoría de los casos, el objetivo de la ortodoncia es mejorar la estética facial y corregir malposiciones dentarias.
Sin embargo, en muchos otros casos, la malposición dentaria puede generar diversos problemas como acumulo de comida y periodontitis, además de disfunciones en la articulación temporomandibular, tensión en los músculos de la masticación, y dolores en el cuello, hombros y espalda, entre otros.
Una sonrisa bonita y agradable ayuda a mejorar la autoestima, sin importar la edad. Las nuevas tecnologías aplicada a la ortodoncia facilita los tratamientos que antes resultaban muy complicados o exigían una gran colaboración por parte del paciente. Las opciones de ortodoncia tanto en niños como adultos han avanzado mucho en los últimos años y existen muchas alternativas estéticas enfocadas a ellos, como por ejemplo INVISALIGN.
INVISALIGN
Invisalign es una técnica de ortodoncia invisible que permite alinear los dientes y mejorar la sonrisa de los pacientes mediante el uso de alineadores transparentes, fabricados de forma personalizada para que los dientes adopten una posición correcta de manera progresiva.
Par más información: https://www.aligntech.es/es/Pages/FAQs.aspx
La única limitación que impone el tratamiento de ortodoncia es que el paciente no tenga un buen soporte de hueso y de encías. Para ello, antes de iniciar el tratamiento, es necesario valorar y tratar estos tejidos antes de comenzar.
Los dientes siempre se van a mover. Además, tienen memoria y tenderán a volver a su posición anterior. Por estas razones es indispensable, después de un tratamiento de ortodoncia, el uso de los retenedores y la asistencia a los controles programados. De esta manera se mantienen los resultados obtenidos.
Existen dos tipos de retenedores:
Retenedores fijos
Son pequeñas barras metálicas que se instalan en la cara interna de los dientes. La instalación de este tipo de retenedores aumentan la posibilidad de que se generen acumulaciones de sarro en la zona, pues se dificulta ligeramente su limpieza. Por lo tanto, el paciente deberá comprometerse a cepillar de manera diaria y eficaz la zona.
Retenedores removibles.
Son aquellos que se pueden quitar y poner en cualquier momento. Se trata de férulas transparentes hechas en plástico biocompatible a medida para cubrir toda la arcada de tus dientes. Lo recomendable será usar estos retenedores durante, aproximadamente, 8 horas diarias.
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